Jorge Mario Pedro Vargas Llosa es el nombre completo del conocido escritor y político Mario Vargas Llosa a quien recientemente tuve la oportunidad de entrevistar en el programa Razón de Estado.
Hablar de Vargas Llosa, es hacer referencia de alguien que es considerado uno de los escritores más importantes de la literatura occidental, para muestra un botón con el Premio Novel de literatura alcanzado en el 2010. Su historial se ve lleno de reconocimientos y títulos, pero eso no ha dejado de opacar su perspectiva de vida.
“Tiempos Recios” es el título de su más reciente obra. Si bien pudiera decirse que se trata de “una historia de conspiraciones políticas e intereses econtrados durante la Guerra Fría”, esta descripción conlleva un transfondo mucho más profundo que este escritor peruano logra plasmar en su obra. Como un referente liberal, defensor de la democracia, Vargas Llosa utiliza este material como un argumento para defender a un personaje como Jacobo Arbenz ya que, desde su perspectiva, se encontraba promoviendo reformas liberales en Guatemala.
“La tragedia de Arbenz es que han sido los comunistas los que han defendido su régimen” indicaba Mario sobre este punto. Bajo esa defensa de una filosofía de izquierda extrema, se ha venido manchando de autoritarismo un gobierno que, desde la opinión de Vargas Llosa, fue eminentemente democrático.
Proyectos como el de la Reforma Agraria en Guatemala, ha sido leído, según palabras de Vargas Llosa, dos veces por él. Y lo cataloga como un tema capitalista y no socialista luego de su análisis. El proyecto menciona la búsqueda del pago de impuestos a quienes estén en el negocio agrario en el país.
Por momentos pareciera que la obra de Mario lleva la intención de sacudir al sector conservador, no solo de Guatemala sino de América Latina en general. Al basar una novela en hechos reales, no es difícil generar una polémica social sobre las intenciones que se persigue y por momentos resulta complicado diferenciar donde termina toda la realidad y empieza toda la ficción. Lo cierto del caso es que, según reafirma el autor, esa fue una de sus intenciones y se da por bien satisfecho que sea notorio el objetivo. Considera que los conservadores han hecho un daño terrible a la sociedaad al no permitir evolucionar, crecer y madurar los pueblos en su forma de hacer gobierno y vivir el estado de derecho.
El “paraíso” comunista quedó demostrado que no existe y que no es viable ante una sociedad donde se requiere que el esfuerzo se vea recompensado de acuerdo a la medida en que éste sea entregado y no mediado bajo las decisiones autoritarias de un grupo de personas que se benefician a sí mismas nada más. Aún en la imperfección que nuestra democracia representa, es viable hacer las enmiendas necesarias para corregir el rumbo y que se conviertan en una guía para un progreso genuino de los pueblos.
Siendo la corrupción el cáncer que esta carcomiendo a la democracia, es imperioso, indica Mario, que se haga un replanteamiento sobre la forma de hacer gobierno y que se desarrollen los mecanimos no solo para combatirla, sino para evitarla a toda costa.
¿Son “Tiempos Recios”? Definitivamente que sí. Vale la pena leer esta obra, en la genial forma de escribir de Mario Vargas Llosa, seguramente podrá experimentar las vivencias de la historia que a través de la novela se relatan y podrá ser un buen punto de referencia para que, de la misma manera, se pueda formar un criterio sobre las formas de hacer gobierno.